Después del post de ayer, algunos lectores del blog me habéis pedido que profundice en el look book, una figura dentro de la publicidad que se usa casi desde que las marcas de ropa, complementos, juguetes, etc... se anuncian en internet, algunas incluso antes usando folletos o mini libros con fotos de sus productos.
La diferencia entre un look book y una publicidad convencional está en la finalidad del mismo, aunque muchos estarían de acuerdo en añadir otra diferencia, la producción empleada en cada uno de ellos, mientras en una publicidad se invierten todos los recursos que tenga disponible el cliente, en el look book no se invierte más que lo justo.
Pero vayamos a la diferencia principal, en la publicidad se puede optar por mostrar el producto, pero también por dar una imagen de estilo de vida, no siempre se muestra el producto a vender. Recordad el anuncio de BMW "¿te gusta conducir?" en ningún momento se veía el coche. En moda es frecuente ver catálogos como el de Calvin Klein de hace unos años en el que las fotos estaban a contraluz, casi veladas y en blanco y negro, no mostraban la ropa, solo usaban la publicidad para dar una imagen de frescura, juventud, estilo de vida despreocupado....
En el look book siempre se persigue mostrar el producto, los modelos posan de cuerpo entero, con una luz que deja ver las prenda o complementos perfectamente, poses estáticas, frontal, perfil y parte trasera. Todo muy homogéneo para que nada distraiga la vista de las prendas o complementos que se venden.
Con esa filosofía de trabajo se planifica la iluminación y resto de detalles. Obviamente debe ser todo igual, cada foto debe tener la misma luz, color, contraste, niveles y retoque (si lo necesita, ya que no siempre es así o no siempre se contrata por parte del cliente).
Lo lógico es usar una luz que inunde al modelo por igual de cabeza a pies, ventanas grandes desde poca distancia para tener un contraste suave pero bien definido de zonas iluminadas a no iluminadas o (si no tienes) usar ventanas pequeñas o parábolas o platos de belleza colocados a una distancia mayor (más de 2 metros) para asegurar una cobertura total.
Si tienes que retocar, asegúrate de que el fondo del estudio esté impecable o tendrás que limpiarlo en todas las fotos, con suerte podrás usar un fondo quemado, igual que cuando no se contrata el retoque, apuntando uno o dos flashes al fondo blanco para dejarlo completamente blanco pero con cuidado que el modelo no esté cerca ni quede inundado con esa luz (o sería un contraluz). Usad un fotómetro, aunque con unas pocas pruebas de luz en un minuto podéis afinarlo igual.
Durante la sesión, el modelo siempre debe posar en el mismo punto, la luz no puede tocarse ni en intensidad ni en colocación, y lo perfecto es colocar la cámara sobre un trípode para que todas las fotos estén realizadas desde el mismo punto y para que no tengas que estar paseando la cámara todo el día. Un look book puede formarse por 60 fotos o por 600, lo normal es que sean más de 100 y debemos hacer entre 2 y 3 fotos por cada toma final. Eso quiere decir que un vestido se fotografía 2-3 veces por delante, 2-3 veces de perfil y 2-3 veces de espaldas para asegurar la toma, todo muy rápido, un minuto o minuto y medio por cada vestido o conjunto. Una jornada completa haciendo esto es agotador, coger y dejar la cámara cada dos minutos durante horas... por ese motivo es mejor usar el trípode aparte de asegurar las fotos desde el mismo punto de vista.
Asegurad la exposición más afinada desde cámara, así no habrá que hacer ajustes de niveles, exposiciones, balance de blancos, etc... Pero si no te quedan muy finas, al menos dispara en manual TODOS los parámetros para que todas las fotos sean idénticas, así podrás crear un preset de Lightroom o una acción de Photoshop que, aplicándola a todas las fotos finales, ajusten todo el material de forma automática.
Con eso ya tenéis todo lo necesario en formación para hacer un lookbook, y no hemos entrado a hablar de la cámara y el objetivo perfectos porque no tienen la mayor importancia, podéis hacerlo perfectamente con el equipo más básico del mercado.
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