Lo he dicho muchas veces como en este polémico artículo, pero muchos aún os resistís a comprender la importancia de un sensor lo más grande posible, os centráis en lo grande que sea la cámara o que lo parezca añadiendo grips, flashes dedicados que no usáis o el parasol siempre puesto para que el objetivo parezca más largo...
Al final solo cuenta la foto, que se compone de la calidad artística que tenga tu ojo y la calidad técnica que te ofrece tu cámara y objetivos. Y el tamaño del sensor de la cámara es vital para arañar calidad técnica aparte de ofrecer detalles artísticos como un grano más contenido a altos isos y u mayor desenfoque de fondo en las mismas aperturas.
En www.xatakafoto.com hace unos días lanzaron este artículo con las mismas conclusiones. Los profesionales no tenemos cámaras con sensor full frame o medio formato por aparentar profesionalidad, lo hacemos porque nos ofrece la mejor calidad final, igual pasa con los objetivos, no buscamos que sean grandes o llamativos para presumir, solo buscamos la mayor calidad óptica que nos podamos permitir.
Si tienes pensado comprar una cámara, ten en cuenta la lógica, no solo la publicidad del folleto de la marca en cuestión que te intenta vender una cámara de sensor micro 4/3 o APS como si fuera la que usa Mario Testino o Steve McCurry.
En el caso del las micro 4/3 no se produce un descenso de calidad del resto de componentes de la cámara pero si que sucede en las APS, las marcas como Canon, Nikon o Sony (por citar las 3 superventas) montan componentes de inferior calidad en sus cámaras de sensor cortado con respecto a los componentes de las full frame. El procesador de imágenes, el obturador, el espejo, el visor, el cuerpo de la cámara... todos los componentes son mejores para las full frame, que cuestan mucho más. Al final la diferencia en calidad técnica es abismal por todos esos motivos.
