Puede ser más normal de lo que piensas, no creas que un fotógrafo profesional está siempre con una constante diarrea de creatividad, de sesiones novedosas y de buen gusto, con el ánimo por las nubes al dedicarse a la profesión que le gusta, en realidad los altibajos y las crisis existenciales y de creatividad son más frecuentes de lo que puedes imaginar.
Vivimos en la época del postureo, de aparentar (o intentarlo) ser mejores que los demás, pero por dentro, a solas contigo mismo, puedes sentirte hundido muchas veces, algo frecuente en las profesiones artísticas, muy sometidas a la presión de mostrar talento, creatividad, frescura, trabajos constantes sin perder calidad (exigiéndote cada vez más nivel a ti mismo o recibiendo la exigencia por parte de clientes y tu público).
Os recomiendo dosificaros, tened descansos igual que tenéis épocas de sesiones muy seguidas, hay que darle un respiro a la cabeza. No todo es saber iluminar, retocar, dirigir modelos, también se exige mucha creatividad, innovación, etc... y esa parte no sale si estamos muy bloqueados mentalmente.
Esos momentos de depresión pueden ser provocados por pensar que no avanzas, que estás estancado, que no tienes más clientes ni vas a llegar a la meta de poder vivir de la fotografía, para ello no hay más solución que dar un cambio de aires a tu método o estilo, buscar fotos más actuales, iluminar de formas diferentes, reinventarte.
Esos momentos de depresión pueden ser provocados por pensar que no avanzas, que estás estancado, que no tienes más clientes ni vas a llegar a la meta de poder vivir de la fotografía, para ello no hay más solución que dar un cambio de aires a tu método o estilo, buscar fotos más actuales, iluminar de formas diferentes, reinventarte.
Personalmente uso las vacaciones de verano y las navidades como épocas de descanso para volver con las pilas cargadas, intento desconectarme tanto como me lo pueda permitir. Pero si en otras épocas del año me lo exige el cuerpo, me tomo mi tiempo también.
Aunque os suene extraño, hay más fotógrafos que cierran el negocio por culpa del estrés, falta de ideas, crisis personales, etc... que llevan a rendir mal en el trabajo o deprimirse, que por culpa de la crisis y descenso de clientes.
Esta es mi opinión basada en mi experiencia y la de colegas de profesión, muchos de ellos ya no están en el sector ¿Cual es la tuya?
