¿Eres de gatillo fácil? ¿Disparas sin parar esperando a que una foto buena salga por casualidad? ¿llegas a casa con 700 fotos de una sesión en la que la modelo no se ha cambiado de ropa en ningún momento? La verdad es que debes tener no mas de 10 sesiones hechas en tu trayectoria o es que tienes un problema.
No te lo tomes como un insulto, es solo una crítica constructiva, la seguridad es algo imprescindible en cualquier oficio, pero más aún cuando el trabajo posee una carga artística como es la fotografía.
Las sesiones de fotos, sean o no con un fin profesional (por encargo de clientes) o para mejorar nuestro portfolio, deben estar bien planificadas y estudiadas, eso no significa que busques a la modelo más guapa y al mejor maquillador que conozcas, aparte de que te presten un coche deportivo o uno de época muy chulo... una planificación implica mucho más que eso.
Tener una idea, una foto o serie de fotos definidas al detalle: ropa, pose, expresión facial, maquillaje, peluquería, encuadre, ... con todos esos deberes hechos, solo hay que dar indicaciones, luego solo se tarda un minuto y se realizan 5 fotos por cambio de ropa, de ese modo nacen las grandes fotos.
Improvisar está bien cuando se ha planificado todo con anterioridad, pero no dejar todos los detalles a la aventura... de una foto horrenda (por muy orgullosos que nos sintamos al verla cuando estamos empezando) a una foto de impacto y profesionalidad solo hay experiencia y conocer los conceptos que acabo de definir.
No gastes tu tiempo ni el de tu equipo, tampoco gastes cámaras (una cámara reflex de gama baja o media no dura ni 100.000 disparos). Intenta planificar cada sesión con más detalle y aprender de cada una de las anteriores, de ese modo ganarás confianza en ti mismo y sabrás con menos tiempo que ya tienes "la foto".
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