Photoshop es una de las herramientas profesionales más difíciles de usar que existen, por su ingente cantidad de funciones, filtros, plugins, como por las combinaciones que se pueden realizar entre ellos o por su actualización periódica en la que se añaden más y más funciones Aparte de cambiar su ubicación en los menús.
Sería imposible explicaros todo lo que se puede hacer con esta herramienta por varios motivos, porque éste no es un manual sobre el programa, porque personalmente aún no controlo todas sus funciones y porque en este manual nos estamos limitando a la fotografía de retrato y moda y esta especialidad solo usa una parte de lo que ofrece Photoshop.
1. Suelo hacer una selección de las fotos finales antes de entrar en Photoshop, elijo la foto de entre el montón sin retocar ya que considero que una buena foto retocada debe partir primero de una buena foto en bruto ¿que foto elegir? facil, la que nos dé más feeling.
2. Cuando Tenemos seleccionadas las fotos que pasaran por el “laboratorio” las vamos abriendo y lo primero que debemos hacer es una arreglo de niveles (nada de automático), incluso tenemos la opción de hacerlo por canales de color, aunque si el balance de blancos estaba bien seleccionado el día de la sesión, nos bastará con un arreglo a nivel general. Es importante obtener un histograma bien repartido y que ninguna parte de la foto quede quemada ni oscura, excepto cuando los resultados así lo exijan. ¿Por qué no he empezado hablando del raw? pues porque salvo exigencias de un cliente, un jpg de una camara profesional de más de 20 megapíxeles tiene una calidad casi inapreciable respecto del tiff que resulta del raw.
3. Nada de arreglo de color automático, si deseamos que la foto tenga una dominante de color diferente a la que hemos obtenido, acudiremos a la función “Filtro de Fotografía” seleccionando la intensidad y el color que mejor nos venga. Si queremos alterar un solo color o varios pero sin que sus modificaciones alteren el resto de canales, tenemos varias opciones, las dos que más suelo usar son la de “Tono Saturación” y “Corrección Selectiva” ésta segunda es menos abrasiva con la calidad de la foto y nos ofrece una mayor precisión a la hora de variar los canales de color.
4. Si no nos ha gustado la exposición, podemos arreglarlo con la función de “Niveles” pero yo prefiero duplicar capa y hacer una fusión en modo “trama” para conseguir más luz en la foto, para reducirla aumentando el contraste uso la fusión en modo “luz suave”; recordad que se puede variar la opacidad de las capas durante la fusión para conseguir más precisión, también podéis usar el método varias veces o ir alternando los dos modos con diferentes fusiones para conseguir efectos interesantes. La fusión en modo “luz suave” suele dar tonos cálidos a la toma, es bueno corregir con la función “filtro de fotografía” aplicando un filtro frío o desaturar un poco el canal rojo en "tono saturación".
5. No tengáis miedo a cortar la foto, es preferible sacar un encuadre un pelín más amplio y luego recortar, que llegar al ordenador y encontrarnos que la mejor foto tiene un pié o trozo de vestido cortado. El reencuadre de fotografías es más importante de lo que creemos, eliminar los elementos que distraen del motivo principal o aquello que no aporta nada a la lectura de la foto siempre reforzará la calidad final.
6. Ya estaréis preguntándoos cuando empezaré a hablar del retoque de piel, la verdad es que es lo más importante y laborioso de una fotografía, así que debemos dejarla perfecta de luz, color y contraste antes de empezar el “lifting” corporal y facial, primero empezamos con la piel de la cara, es importante que lleve un buen maquillaje para facilitarnos gran parte de la labor, pero las cámaras actuales de fotografía digital son muy crueles con su altísimo nivel de detalle y debemos pasar por “quirófano” casi cada foto para que resulte lo más profesional posible. Aunque hay filtros que suavizan la piel, son muy abrasivos con la fotografía y su uso se limita a fotógrafos principiantes y con limitaciones de Photoshop, filtros como “neat image” o “polvo y rascaduras” son los más usados. Yo prefiero las herramientas a los filtros, se obtiene una piel con más detalle y de mayor calidad aunque su uso sea más complejo. Las herramientas más usadas por los profesionales son: “tampón de clonar”, “tirita”, “parche” y “pincel de pintura”.
- Tampón de clonar: Quita las imperfecciones más significativas, aquellas que se salta el maquillaje, granos con relieve, verrugas y cicatrices (no se suele usar mucho si se trabaja con modelos profesionales por razones obvias).
- Tirita: Su uso es similar al tampón de clonar aunque no clona toda la imagen seleccionada, sino que clona la textura pero dejando los colores originales de la zona tratada, se suele usar en imperfecciones de zonas despejadas, si nos acercamos con la tirita a una zona de contrastes (cejas, labios, pestañas, pelo), el color se verá alterado de un modo muy negativo, para acercarnos a esas zonas es preferible el tampón de clonar. Para la zona cercana a los labios (cuando queremos perfilar el propio labio) es interesante usar el tampón de clonar con una opacidad de entre 35 y 50%).
- Parche: es una variación de la tirita, sirve para usar el efecto de la tirita en zonas muy amplias, de ese modo acabamos más rápidamente, yo suelo trabajar en modo “destino” aunque el modo “origen” es igual de válido. ¡Cuidado! Con esta herramienta también tenemos la limitación de no poder acercarnos a zonas de límites y contrastes.
- Pincel de pintura: Cuando la piel está perfecta pero aún nos queda algo porosa o tenemos algunas sombras (ojeras o bolsas bajo los ojos), podemos usar el pincel de pintura con una opacidad de no más del 20%, un pincel de tamaño adecuado para ir dando pasadas sobre la piel por sectores, cada sector de la piel posee un color o tono, así que en cada sector seleccionaremos el propio color de ese sector, aquí es donde debemos tener la máxima precisión y, por lo tanto, la máxima paciencia, ya que de esta tarea dependerá que la piel esté homogénea y parezca real. Si tenemos ojeras más oscuras que la piel, podemos seleccionar el color del pincel en un tramo de piel que tenga el color que deseamos dar a la zona bajo los ojos.
Debéis practicar muchísimo éste epígrafe, ya que de él dependerá gran parte del aspecto de vuestras fotos y, como os dije en el capítulo anterior: “como fotógrafo valéis lo que valen vuestras fotos”. Tutorial para separar los colores de la textura en la piel y poder retocar con más libertad.
7. Ojos: lo más importante en un retrato es la mirada, la mirada expresa sentimientos, sensaciones, emociones, y también nos dice lo que mira el modelo aparte de la situación en la que se encuentra en el encuadre o fuera de él. Es importante que la mirada, o mejor dicho, los ojos del modelo estén impecables, con el tampón de clonar quitaremos venas, con la herramienta aclarar en modo “medios tonos” e intensidad u opacidad “8” daremos las pasadas necesarias para aclarar el blanco de los ojos siempre procurando que no quede irreal. Luego con la herramienta “aclarar” en modo “luces” e intensidad u opacidad “8” daremos pasadas al iris para conseguir más luz a la mirada, si la pupila no presenta brillos podemos pintar con un pincel suave y circular pequeño con opacidad “90” un punto en cada pupila a un lado (cuidado que las dos pupilas lleven el punto en idéntico lugar), esto nos dará la sensación de haber disparado un flash a los ojos y justificará la buena luz que poseen. Practicar mucho este epígrafe es importante también porque unos ojos irreales nos destrozarán la foto, no hay que pasarse aclarando.
8. Pelo: el pelo suele estar perfecto pero si era claro y la iluminación no le hizo justicia podemos aclararlo con la herramienta “aclarar” en modo luces y opacidad “8” haciendo pasadas sobre él, también podemos combinar esa técnica con la que pintar vetas de un color similar pero más claro o de mayor saturación con un pincel en opacidad “15”.
9. Cuerpo: para imperfecciones de la piel de piernas, brazos, pecho, etc… podemos usar las técnicas aplicadas a la cara, pero para modificar formas que hayan surgido de poses complejas, usaremos la herramienta licuar, hay que practicar mucho esta herramienta, ya que exige mucha precisión para evitar que brazos, piernas, caras, etc. Resulten irreales. No debemos abusar de esta herramienta, cada modelo posee su cara y cuerpo, licuarle sus señas de identidad puede hacer que la foto tome más valor y que el modelo resulte más agraciado, pero falsear en exceso no gusta a modelos y tampoco a ciertas editoriales fotográficas.
10. Firma o marca de agua: soy partidario de una suave firma en una zona de la foto que no distraiga, aunque hace mucho que no firmo mis tomas. Considero la fotografía en sí más importante que mi tarea como fotógrafo, así que me inmortalizo con la misma pero sin tomar protagonismo. Podéis incrustar una marca de agua aunque considero la forma más salvaje de destrozar una foto. Cuando las fotografías sean para cliente no podréis firmarlas a no ser que él os autorice.
11. Marco o borde: Le da un toque estético a la foto para presentarla de forma informática o vía web, a la hora de entregar un trabajo es preferible no usar marcos ni bordes. Soy partidario de los bordes discretos y a ser posible, monocromáticos (blanco o negro).
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