Lo mínimo para conseguir la máxima esencia

Si tuviera que hablaros de la mejor modelo de la historia, veríais una foto de Claudia Schiffer, se lo ha ganado a pulso tanto en las pasarelas como ante las cámaras de los mejores fotógrafos del mundo, pero no entremos en un tema que hoy no toca abordar.

Kate Moss y Carla Bruni para Patrick Demarchelier

Para una modelo no hay nada más valioso como tener "rollo", y como ya hemos dicho en el curso a modelos, el rollo quiere decir carisma, o lo que es lo mismo, la capacidad de conseguir que quien te mire o conozca, te envidie (envidia sana, claro).

Casi todas las modelos sueñan con fotografiarse con los estilismos más suntuosos, elegantes o extravagantes que se puedan haber creado, creen que de ese modo las agencias más importantes las aceptarán en el acto, no hay nada más equivocado. Cuanto más cargada está una foto a consecuencia del estilismo o del escenario, menos protagonismo tiene el modelo, así que menos podrá demostrar el carisma que tiene.

Una foto, ya sea de cuerpo entero o primer plano, debe tener siempre como protagonista la mirada, ya que es ahí donde se encuentra el carisma.

¿Cómo demostrar con la mayor efectividad que se posee carisma? pues eliminando todo aquello que pudiera quitar protagonismo al modelo o a su mirada.

El caso de la foto es la definición perfecta de carisma, 2 de las mejores modelos de toda la historia demostrando por qué lo son. Ni escenario ni ropa... solo ellas. ¿quien es capaz de apartar la vista de sus miradas? lo más difícil de la foto es saber a cual mirar primero. No se ve ningún pecho, pero si fuera así, nadie lo tomaría en cuenta, aparte que muchos ni siquiera se darían cuenta. Es tan grande la fuerza de la mirada de estas chicas que llegan a eclipsar cualquier detalle.

No os obsesionéis con la ropa o el lugar donde os hacéis fotos, si os esforzáis en sacar el máximo potencial a vuestra mirada y vuestras poses y gestos, no necesitaréis nada más para tener fotos increíbles. Si Demarchelier puede hacerlo con estas dos niñas que no eran conocidas en el momento de las fotos, puede hacerlo todo el que se lo proponga con una pizca de talento, una pizca de formación y una última pizca de ganas y perseverancia.

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