No son pocos los días que uno se levanta o se acuesta con el pensamiento de "se acabó, lo dejo" y es que las presiones absurdas de clientes de publicidad, el pasotismo de revistas, salarios ridículos o nulos,..., ejercen una fuerte presión y todos tenemos días malos.
Es una suerte tener otros condicionantes que actúan a la inversa, inyectando los ánimos. Desconozco las motivaciones de otros compañeros de profesión para seguir un mundillo tan difícil y poco agradecido, pero hoy me apetece compartir con quien desee leerlo, las mías propias.
- Fotografiar es casi una droga, no se si podría vivir sin hacer algunas sesiones al mes, ademas del subidón que supone ver el resultado una vez terminado. Uno puede llevar décadas y decenas de miles de sesiones y seguir con la misma ilusión al afrontar cada nuevo proyecto.
- La ilusión de modelos, maquilladores, peluqueros y estilistas que empiezan y con los que se tiene la suerte de trabajar suponen una fuente de ánimos altísima. Siempre estoy dispuesto a probar con gente nueva, que trae ideas frescas y mucha mucha ilusión.
- También ayuda el refuerzo de muchos clientes y mi equipo al ver los resultados, en cambio la acogida del publico (como Facebook, flickr, etc...) nunca ha sido importante ya que solo aumenta el ego, y eso es algo muy peligroso para un fotógrafo.
- Antes tenía referentes en la fotografía como ejemplos a seguir y alcanzar, aunque desde hace un tiempo solo les tomo como fuente de inspiración, ya que considero que no debemos parecernos a nadie, mucho menos imitar, así que me pongo como metas ser mejor de lo que era ayer, que cada sesión me aporte algo nuevo y mejore todo lo mejor, no siempre se consigue, pero intentarlo es lo bonito y lo que te mantiene con más ganas.
- Otra cosa importantisima es el progreso, el mirar atrás y ver que en un año se ha avanzado, se tienen más clientes, contactos, se han hecho más sesiones y para mejores revistas, sin progreso no merecería la pena seguir como profesional.
Espero no haber resultado frío al decir que no me importa o no tengo en cuenta halagos que procedan de facebook u otros portales, siempre es bonito que valoren el trabajo de uno, pero un exceso es perjudicial, yo miro mi cuenta corriente del banco a menudo para poner los pies en el suelo, si creyera que soy tan bueno como me dicen, seguramente no me esforzaría tanto en mejorar y probar técnicas nuevas. Tal vez cuando haya varios ceros más en el banco y un Ferrari en la puerta me crea que soy bueno de verdad, mientras tanto seguiré considerándome un privilegiado por trabajar y vivir de lo que más me gusta hacer (es decir, en esta fecha más bien sobrevivimos).
Si todos los refuerzos de tu entorno no te animan, si estás de bajón, deja de hacer fotos unos meses (salvo que seas profesional y no te lo puedas permitir), pero descansar cuando la mente está contra ti es lo mejor que puedes hacer, así volverás luego con muchas más fuerzas.