No es por casualidad que la mayoría de estudios de fotografía para uso profesional sean de obra y pintados de blanco, y no es porque el blanco sea el color más elegido para el fondo de las sesiones de fotos, que no lo es.
El blanco es el color neutro por excelencia para poder jugar con él y transformarlo en el color que deseamos aparte de la intensidad de luz que deseemos, en la foto anterior conservamos el color iluminando el fondo con un flash. en la foto de debajo iluminamos a la modelo pero no al fondo, que está a 3 metros más atrás y queda gris por llegarle poca luz.
Si colocamos el flash o flashes muy cerca de la modelo y a ésta muy lejos del fondo, podemos conseguir convertirlo en negro, como se muestra en la foto de debajo, conseguida en una jornada de puertas abiertas.
Abajo podéis ver el efecto de colocar un flash al fondo con un gel azul, está colocado a la derecha, así produce un volumen de degradado, si colocamos uno a cada lado, el color azul e intensidad sería el mismo en todo el fondo, es importante que la modelo y el flash o flashes que la iluminan estén a más de 3-4 metros del fondo para que la luz que llega a ella no "mate" el color del fondo.
Abajo un efecto similar pero con dos flashes, el de la derecha con gel amarillo y el de la izquierda con gel rojo, de ese modo conseguimos un degradado.
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