Cámara: Una fotografía es un dibujo hecho con luz, eso lo sabemos todos, pero recordad que los pinceles son tan importantes como la pintura. El pincel es la cámara en nuestro caso y debemos tener una que nos ofrezca unos colores fiables, un nivel de ruido aceptable y una facilidad de uso acorde a nuestras características físicas. Otros artificios como el disparo en ráfaga, filtros en cámara, etc… están de más en la foto de retrato, moda y publicidad. Debemos conseguir la cámara que satisfaga nuestras expectativas, no aquella que satisfaga nuestro ego frente a otros colegas de la profesión.
Objetivos: Con un simple y barato 50mm luminoso podremos hacer cualquier tipo de trabajo de moda, salvo casos en los que necesitemos, por dificultades físicas, un angular o teleobjetivo. Con cualquier objetivo de serie se pueden hacer buenos retratos, aunque el uso de una focal fija y luminosa nos dará mayor calidad técnica de resultados e impedirá que tengamos que abusar de la ISO, por no hablar de los cremosos desenfoques que obtienen en los fondos. Recordad que los objetivos siempre deben llevar su parasol para evitar luces parásitas y que los filtros protectores reducen la calidad de la foto, mejor quitarlos y simplemente ser cuidadosos.
Objetivos: Con un simple y barato 50mm luminoso podremos hacer cualquier tipo de trabajo de moda, salvo casos en los que necesitemos, por dificultades físicas, un angular o teleobjetivo. Con cualquier objetivo de serie se pueden hacer buenos retratos, aunque el uso de una focal fija y luminosa nos dará mayor calidad técnica de resultados e impedirá que tengamos que abusar de la ISO, por no hablar de los cremosos desenfoques que obtienen en los fondos. Recordad que los objetivos siempre deben llevar su parasol para evitar luces parásitas y que los filtros protectores reducen la calidad de la foto, mejor quitarlos y simplemente ser cuidadosos.
Flashes: Me gusta usar la luz ambiente, como mucho suelo usar reflectores y tamizadores, pero en ocasiones por la escasez de la luz o por desear efectos creativos nos vemos obligados a usar iluminación adicional, suelo dividir los flashes en autónomos y fijos (según si puedo transportarlos y colocarlos donde quiera o no). Los segundos son aquellos flashes de estudio que por su tamaño y potencia solo pueden usarse con tomas de electricidad cerca. Los primeros (mis favoritos) son aquellos que, por funcionar a pilas o por su pequeño tamaño y batería portátil, se pueden usar en los lugares que uno desee o necesite. Para empezar a movernos y cuando no disponemos de quienes nos transporten el equipo, es preferible comprar flashes dedicados manuales pero potente (de los que se acoplan en la zapata de la cámara), junto con cables disparadores, paraguas y zapatas de acoplamiento para todo el conjunto. Es preferible el cable disparador ya que los sistemas de infrarrojos no disparan en espacios abiertos y los de radiofrecuencia tienen un precio muy elevado. Con papel celofán de colores podemos alterar la luz de los flashes para conseguir efectos muy interesantes de noche.
Reflectores y tamizadores: Son superficies que reflejan la luz (reflectores) o que suavizan su intensidad colocándose entre el modelo y la luz del sol (tamizadores). En el mercado hay un amplio abanico de marcas y tamaños, personalmente prefiero que sean grandes (180x125 ctm) aunque si no contara con ayudantes de iluminación tendría que trabajar con tamaños inferiores o con trípodes jirafa que sostienen estos artefactos donde deseamos.
Los reflectores podemos encontrarlos de varias superficies (blanco, dorado, plateado y combinaciones de ambos), cada superficie posee su función. Blanco: refleja la luz sin alterar su temperatura de color (ideal para todas las situaciones y cuando disparamos con sol); plateado: refleja la luz sin alterar su temperatura de color pero da más intensidad que el blanco (ideal para cuando disparamos en sombra o en día nublado); dorado: altera la temperatura del color haciéndola más cálida (ideal para atardeceres y amaneceres); existen reflectores semi-plateados y semi-dorados muy apropiados para cuando dudemos entre un efecto plata u oro, consiguen aumentar la calidez de la luz muy poco y en retrato son más usados que los oro y plata. También, en los casos que compremos un kit 5 en 1 veremos un (mal llamado ya que no refleja luz) reflector negro: lo que consigue esta superficie es reducir la luz en un lado de la cara para conseguir sobras con carácter en aquellos días nublados (o cuando estemos a la sombra) y queramos endurecer la luz.
Los tamizadores son blancos y dejan pasar un porcentaje de luz suficiente para disparar pero sin el inconveniente de luz dura y sombras que produce el sol, es interesante comprarlos del mayor tamaño posible si queremos usarlos para retratos de cuerpo entero.
Reflectores, tamizadores y flashes pueden usarse entre ellos para conseguir la iluminación que deseamos.
Los tamizadores son blancos y dejan pasar un porcentaje de luz suficiente para disparar pero sin el inconveniente de luz dura y sombras que produce el sol, es interesante comprarlos del mayor tamaño posible si queremos usarlos para retratos de cuerpo entero.
Reflectores, tamizadores y flashes pueden usarse entre ellos para conseguir la iluminación que deseamos.
Exposímetro, flashímetro y fotómetro: Muy en desuso con la aparición de las cámaras digitales que nos permiten ver en la pantalla y en el acto el resultado de cada foto; aunque si deseamos obtener unos resultados óptimos de iluminación en el menor espacio de tiempo, el uso de estas herramientas nos será de mucha utilidad. Personalmente uso el exposímetro de carta, es una pequeña superficie diseñada para conseguir un balance de blancos perfecto y un contraste óptimo, consta de tres partes (blanca, negra y gris neutra) con marcas centrales para enfoque, debemos recordar que cada variación de luz o posición del modelo debemos volver a tomar mediciones.